DESCONFÍA DE LOS QUE SIEMPRE, SIEMPRE SONRIEN Y DE LAS PERSONAS ENCANTADORAS

Estos horripilantes defectos suelen tenerlos exclusivamente algunas mujeres cuando pasan de los cuarenta años (algunas incluso antes). Ser simpático es algo estupendo que produce la atracción y la admiración de cualquiera, pero ser encantador es agobiante, empalagoso y desquiciante. Son personas que a todos, absolutamente a todos llenan de halagos, elogios, virtudes y naturalmente no son creíbles porque siempre están mintiendo.
- "El otro día ví a tu marido, ¡hay que ver lo joven que esta y lo guapo! Que me dices de su simpatía y sobre todo sus andares tan masculinos."
El marido tiene 78 años, es bajito, más feo que Picio y tiene una pierna ortopédica.
- "Estás espléndida, estás más guapa que nunca. No es posible que no te hayas hecho la estética, y que figura más espectacular."
Las también odiosas, son las de la sonrisa eterna, con la boca repleta de implantaciones dentales, a las que les cuentas el fallecimiento de un conocido y siguen sonriendo. ¡Huye como el diablo de este tipo de seres asquerosos!

MORALEJA
Sé una persona normal y no seas encantador. Así tendrás muchos mas amigos.

Antonio Ozores