hoy: los modernos

Bueno, en primer lugar pedir disculpas por el retraso en publicar mi entrada en este maravilloso blog, pero diferentes trámites burocráticos me han impedido hacerlo, las culpas pa la jefa, jejeje. Bueno, pues como bien reza el título de la entrada os vengo a hablar de los “modernos”, esa tribu urbana que son fácilmente identificables, gafapastas, zapatillas converse raídas, saben de todo dos veces, van por la vida con un aire despreocupado, por encima de todo el mundo, alternativos y desenfrenados. Por lo general son la gente guapa, los cool (se lee cul), son la obra selecta de Dios, los entendidos, son los listos. Y todo eso sería maravilloso si no fuese más que una burda mentira, todo fachada amigos, TODO. Realmente no tienen puta idea de donde viven, sólo saben a ciencia cierta donde les cae su ombligo.
Vayamos por partes, ¿por qué gafapastas? ¿por qué de pronto se han puesto taaaaan de moda si hace seis años al gafapasta se le identificaba con el friki-raro-empollón? ¿por qué las converse raídas? ¿porque son recuerdo de la infancia? Venga hombre, no me jeringues, se las compran porque se los dice el puto País de las Tentaciones, bueno y la MTV, 100 euracos que valen las jodías, pues pa mí recuerdo de la infancia son las Jhayber. Son estos que pierden el culo por cualquier cosa que sale en la famosa cadena de televisión musical. Son los mismos que saben hablar 5 idiomas, los que han vivido en Londres y Niu Yor, en un Loft de 200 metros, que cenan con Isabel Coixet porque son intimísimos (una vez estuvieron en el mismo bar...), que han hecho un master de yo no se que pollas que les ha salido por dos kilos, son los que sólo pueden comer en restaurantes exóticos, los que ven algo cateto comerse un buen plataco de huevos fritos con su choricito y sus patitas fritas, o un buen churrascaso. Son los que dedican más tiempo a mirarse al espejo que a escuchar a los demás. Son los que nunca se tiran un pedo, y es que señores, los modernos nunca se tirarán un pedo en público, tienen demasiada clase para ello. Si tú has estado en Cuenca ellos te dirán que compartieron habitación en el mismo albergue en que se alojó el Dalai Lama cuando era chico en el Tibet. Son la clase de gente a la que te gustaría estrangular de vez en cuando. Son la base de los yo estuve allí, “yo estuve en ese concierto”, “yo estuve en lo de las torres gemelas”, “tengo un amigo que estuvo en la muerte del Papa”.
En fin, que lo que son es unos pijacos de aquí a Lima, y lo peor de todo es que se ofenden si se lo dices, llevarán razón, gastarse 300 euros en unos pantalones es de lo más moderno que hay. Seguro que se me olvidan cosas, pero prefiero que las descubráis vosotros mismos. Pinchad en el gapasta de la izquierda, pinchad. Salud que haiga pa vernos.